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Participa / Foros / La quinta del 43 / Las Patatas Cocidas

Arturo Montero escribió el día 9/11/2007 a las 21:55

Las Patatas Cocidas

PATATAS COCIDAS EN EL DESIERTO

Cuando tenía 21 años unos de los platos que no me gustaban era el de las patatas cocidas, aunque fueran con carne, prefería que la carne sólo llevara patatas fritas, así es que a mi madre se lo ponía difícil. En menos de un año le solucioné el problema.
Fue el año en el que me incorporé a filas. Me destinaron al 3er. Tabo de Regulares tiradores de IFNI con base en el Aaiún (Sahara Español), siendo el primer año que destinaron soldados de reemplazo.
Nos llevaron a Cádiz donde permanecimos en el Cuartel de Transeúntes durante cuatro días, esperando al barco que nos trasladaría al Aaiún; capital del Sahara Español. En el traslado tardaron unos tres días.
Como no había puerto, tuvimos que desembarcar a unos 500 metros de la costa y parece ser que las escaleras del barco no funcionaban, cada soldado agarrado por los brazos de dos suboficiales u oficiales era tirado a una barca preparada al efecto y a unos 10 metros de altura o más, con lo que el golpe era morrocotudo. Menos mal que yo había adquirido experiencia en la barca del tío Redondo en el Almonte, cuando fuimos de bollos, unos años antes.
En esos tres días de travesía casi estábamos comiendo a base de latas y embutidos, provisiones que llevábamos en una maleta de madera, que en esos años estaban de moda.
El primer plato que nos pusieron fue de patatas cocidas con una carne de camello que cada trozo llevaba una veta amarilla que no me gustaba, pero que huyendo de ésta carne me encebé con las patatas cocidas que ya las encontraba tan ricas, ¡cuántas veces diría 'si mi madre me viera comerlas'!
En el año y pico que permanecí con los Saharauis, este plato era frecuente, sólo dos días a la semana ponían carne de gacela que nos traía una brigadilla mora dedicados a cazar por el desierto y nos servía de plato extraordinario.
Así es que a mi madre en la primera carta que escribí le dije que ya no tendría problemas con las patatas cocidas. Que se había producido un milagro.
El periodo de instrucción, como suele ocurrir, fue el más duro. Nos llevaban al campo en pantalón corto, camisa de manga corta, con nailas (sandalias de material), y tarbo (gorro rojo).
Cuando regresamos al cuartel el primer día, veníamos todos con la cara, los brazos y las piernas tan colorados como el tarbo a causa de sol que nos quemaba. Al día siguiente, la piel se nos fue levantando pasando los primeros días con bastantes dolores, por lo que después de la instrucción casi todos tenían que pasarse por el botiquín a curarse. Los mandos militares las gastaban así. No nos dieron ningún día de descanso para curarnos, nada todo a lo bestia.
Menos mal que pasado este período sólo me tocó hacer una guardia en el aeropuerto, que estaba a unos 2Km de la ciudad. A penas se veía y pasábamos la noche oyendo los aullidos de las hienas que merodeaban por allí.
Al día siguiente nos llamaron a unos cuantos para hacer un ejercicio de mecanografía para cubrir una plaza en la oficina del economato, como en eso estaba muy suelto me nombraron para el puesto, por lo que a partir de entonces sólo presté un servicio fuera de la oficina, que consistió en participar en unas maniobras.
En la oficina del economato estábamos un sargento, un teniente y yo. El teniente que para la tropa era un hueso para mí fue buen compañero.
El día de las maniobras, no sé si las hicieron porque nos visitó por entonces el General Muñoz Grande, la sección que me tocó fue la que mandaba el teniente del economato, y el sitio elegido era un pedregal, evitando las dunas que para nosotros hubiera sido más cómodo. Nos advirtieron que cuando dieran las órdenes saliéramos corriendo hasta un sitio determinado y nos tiráramos al suelo, poniendo los codos para que el mosquetón no sufriera desperfectos ya que en caso de guerra quedaríamos a merced del enemigo. Así lo harían todos menos yo, pues no estaba dispuesto a romperme los codos y que el mosquetón se fuera de rositas no habiendo guerra.
Cuando por la mañana en la oficina me encontré con el teniente me dijo: Montero te tenía que haber metido un buen paquete ¿Qué crees que no te vi? Lo primero es la disciplina. Le contesté que solía ser disciplinado pero que veía una tontería romperse los codos no estando en guerra. Además Vd, se vería perjudicado también si me dan de baja con todo lo que tenemos pendiente. Total, que me dijo: Anda, anda, no me vengas con excusas. Y así quedó mi brillante acción en las maniobras.
Un día un sargento moro nos invitó a un compañero del economato y a mí a su casa, que era como un palacio, a tomar el té. En el salón tenía grandes alfombras y sus dos mujeres nos sirvieron un té delicioso. Cuando salíamos de su casa le comenté al compañero, que además era paisano, de Badajoz, la atención que había tenido tanto él como sus esposas tan coordinadas y simpáticas, que de haber sido españolas se habría tirado las teteras a la cabeza.
Por las tardes me pasaba alguna hora en casa de un teniente moro que me pidió que diera clases de castellano a dos de sus hijos y el cual quedó muy agradecido.

Desde entonces no he vuelto a ponerle pegas a las PATATAS COCIDAS.

Luis escribió el día 10/11/2007 a las 9:05

Noveleria

¿alguien me podría contar una noveleria de Torrecillas?La semana pasada en la discoteca una mujer casada se lo hizo con un chico,!que bombazo!¿quien es?(la verdad es que soy un poco novelero pero la intriga me invade)contestadme por dios

juan... escribió el día 10/11/2007 a las 10:24

novelerias ni ostia .

joe LUID mira que eres novelero de foro en foro preguntando si una casada se lo hizo con un soltero que pasa que solo selo pueden montar ,lo soltero con las casadas, si es al reve no pasa nada,eres mas pesado que juan.Que cojones te importara ati lo que haga o deje de hacer,la sasada o soltera,tu metete entu vida y deja alos demas que ellos hacan lo que tengan que hacer con la suya.Este foro es de gente, respetuosa con la vida de los demas y no solemos faltar anadie, salvo alguno que tira piedra usu tejado, pero el sera el que se moje cuando llueva.Asi que corta el rollo de la casada y el soltero,te contesto ,por que el otro dia me llamaste pesao sin beni acuento,me dice por que y te lo esplico yo.No te pase como al bueno de ARTURO con las patatas que paso de no gustarle nada a tenerlas de plato favorito.NARCISO yo no me habia dado cuenta de la foto y tu presencia ,lo que mas me ha impatado es tu cuñado ZOILO, se llevava muy bien comigo, yo le tenia mucho cariño , como se lo tengo asu hijo RAMON, siempre me estaba gastando bromas para mi era una persona muy agradable,me dio alegria el ver su foto.un saludo para todos. juan

Luis escribió el día 10/11/2007 a las 13:00

Noveleria

Juan , lo que te llame el otro dia fue sin animo de ofenderte (perdona si te ha sentado mal)Pero referente a lo de la casada ,joder me tiene intrigao¿quien será?Voy a tener que ir al pueblo a enterarme,.(pero hay que reconocer que en el fondo todos somos un poco novelerinos,eh)Otra cosa. haber si contais nobelerias del pasado ,que suelen ser muy entretenidas,animaos.

JUAN.... escribió el día 10/11/2007 a las 15:50

ami que me importa.

Mira luisitin tu tranquilo que la tuya y la mia no son, ni nunguna otra,son tonterias de algun ,JOE peor que MARÑA Y SALSA ROSA eres tu , como no monta un SALSA ROSA y nos dejas empaz, deja nuestro foro traquilo y buscate la vida en otros lares,de una puta vez, semo gente tranquilas,vive y deja vivir alos demas,y estaras mas tranquilo, pero cojones ami que leche me importa con quien se lo montan los demas.Largate acoger CARDILLOS y sino te compras una maquina de hacer pajas.juan

JUAN.... escribió el día 10/11/2007 a las 15:51

ami que me importa.

Mira luisitin tu tranquilo que la tuya y la mia no son, ni nunguna otra,son tonterias de algun ,JOE peor que MARÑA Y SALSA ROSA eres tu , como no monta un SALSA ROSA y nos dejas empaz, deja nuestro foro traquilo y buscate la vida en otros lares,de una puta vez, semo gente tranquilas,vive y deja vivir alos demas,y estaras mas tranquilo, pero cojones ami que leche me importa con quien se lo montan los demas.Largate acoger CARDILLOS y sino te compras una maquina de hacer pajas.juan

Fernando escribió el día 11/11/2007 a las 13:40

CASI SECRETARIO

CASI SECRETARIO

Dicen mis nietos que cuando los viejos nos ponemos a contar 'batallitas' no hay persona que nos aguante. Y sobre todo cuando empezamos a contar nuestras proezas o calamidades de 'cuando estuvimos en la mili', Eso es ya 'el acabose'.
Con esta introducción sé que más de uno está pensando que quiero criticar a mi amigo Arturo cuando en su última colaboración nos relata muy orgulloso las 'chalecás' de patatas que se pegó en el Sáhara y como se las apañó para ser 'un secretario mu cojonúo' como diría nuestro amigo Juan (y casi Medio, por lo grande que es).
Yo, si saco este tema es porque también estuve casi a punto de ser secretario ( en nuestra época se decía 'escribiente').
Cuando 'entré en caja', mi padre buscó 'enchufes' para ver si podía que cuando fuera a 'la mili', entrara ya de general 'pa riva'. Pero pese a sus muchísimos amigos solo recibió un consejo: que aprendiera a escribir a máquina y así podrían influir para que me pasara todo el tiempo en una oficina y evitarme todo aquello del cuerpo a tierra y lo demás.
Dicho y hecho. Se presentó en casa con una Hispano Olivetti, portátil y de modo inmediato me puso a trabajar con el invento, sin método y sin profesor: primero, con el dedo índice de la mano derecha porque la vista no encontraba las letras así como así, y luego ya entré casi de lleno con los índices de las dos manos. Método que aún hoy dia sigo practicando pese a que me gustaría utilizarlos todos, pero son unos vagos, y de la 'Artrosis' no es, que ya se lo pregunté al médico
A fuerza de muchísimas horas llegué a poner mi nombre y apellidos, más Torrecillas de la Tiesa (Cáceres), en un tiempo que estimé como record, y ya, más tranquilo, empecé a hacer planes para mi futuro en 'la mili'.
Llegué a Hoyo de Manzanares y nos acomodaron en unos barracones de madera, llenos de literas, pero sin lavabos ni agua corriente, y a los dos o tres días me citaron para subir al barracón de las oficinas para hacer la prueba de mecanografía. Me senté ante un 'maquinón' de escribir y me pusieron al lado un escrito para copiar, ¡Hay Dios mío qué apuros!. Entre leer el papel y buscar las letras en el altísimo teclado se me fue pasando el tiempo hasta que un Comandante que vigilaba la prueba se me acercó por detrás y me preguntó ¿Recluta, tu sabes escribir a máquina o has venido a aprender a la mili?. Me entró un cabreo que , sin poderlo remediar, escribí en la máquina mi nombre y el de mi pueblo, a toda la velocidad que pude, mientras la sonrisa del Comandante se sustituía por una cara de pasmo.
-Usted perdone, mi comandante, pero esto es lo que mejor me sé.
-Y con la sonrisa, otra vez en la cara, se alejó murmurando: No está mal. No está mal......

11-11-07

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