Por más vueltas que le doy no consigo encontrar mi voto. Voy a tener que llegar a la conclusión de que la encuesta no está bien hecha, porque, vamos a ver, me dan cuatro alternativas: Creyente, no creyente y una tercera que podría ser algo así como “ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario”, o sea, “ni idea”.
“Indiferente, agnóstico, no sabe.” no es nada porque “indiferente” no es lo mismo que “agnóstico” y pronunciarse por “indiferente” o “agnóstico” es lo contrario a “no saber”.
Bueno pero puestos a ser buenos y colaboradores nos ponemos a reflexionar y empezamos a preguntarnos:
¿Eres creyente? Hombre, pues claro que soy creyente, pero no te voy a decir de qué, entre otras cosas porque no me lo has preguntado. Pero si me lo preguntaras te lo diría: creo que la religión es como la ensaladilla rusa que cada uno se lo prepara como le da la gana; pues eso; creo que cada uno tiene perfecto derecho a creer lo que le apetezca sin, ni siquiera, tener que dar cuenta de ello.
¿Eres no creyente? Pues si. Hay montones de cosas que no me creo porque me parecen fábulas, ficciones, fantasías y falacias (“cosas sacadas de la cabeza” diría tiá Bernarda).
¿Indiferente?, bueno, pues también. Total, ¿que más da que creas como que no creas?, al final acabas palmándola igualmente. Pero no es lo mismo, porque si eres creyente vas al cielo y si no eres creyente te condenas y vas al infierno. Pues me da igual, tan bueno voy a ser creyendo, como sin creer, que haya otro mundo posterior al nuestro; así que no puede haber mucha diferencia entre un sitio y otro. Además no creo que a ningún dios, ni a ningún alá o a ningún buda “les sude un comino” el que yo crea o deje de creer, como si no tuvieran otra cosa más interesante que hacer que andar detrás de las personas, como perros policías, para ver en qué cosas cree o deja de creer cada uno.
¿Agnóstico? Pues, por lo que se va viendo, también. ¿Alguien, algún humano, se puede arrogar la facultad de decidir que sus inspiraciones son divinas y las del otro no? Mucho morro tendría que tener. A mí se me caería la cara de vergüenza de ir diciendo por ahí: acabo de tener una revelación… hacedme caso porque lo que yo os digo es la única verdad. ¡Mucho morro!
No lo se. Pues será eso. Voto por la última opción.
¿Y por qué, si todas son correctas y no excluyentes? Podría votar por la primera y la segunda o por cualquier combinación entre ellas… o sea 2^5=32 no cabrían en la página y nos volveríamos locos para averiguar cual es la mía.
Empiezo a entender por que se ha puesto una escapatoria: “No voto”, así se evita uno quebraderos de cabeza y compromisos consigo mismo. También entiendo ahora la formulación de la pregunta (sin preguntar): “El sentimiento religioso”. Al final yo creo que es eso “un sentimiento”; no hay lógica ni razón que lo avale. Tu te sientes parte de una cultura por el motivo que sea: herencia, compromiso, imposición, simpatía, solidaridad, preceptivo, ritual, costumbre… Y así hemos estado funcionando hasta ahora, que han entrado tiempos revueltos en que nos da por hacernos críticos y cuestionarlo todo, todo.
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