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Participa / Foros / Cuentos y narraciones / El mimo y el león

Autor: Torrecillano
Fecha: 10/03/2008 21:17:52

A un circo que se encontraba Torrecillas de la Tiesa vino una vez un mimo a pedir trabajo. El director del circo en cuanto le vio como actuaba le cogió por el brazo y lo llevó a la oficina. Le explicó que la atracción más popular del circo era un gorila llamado Esparqui, que acababa de morir repentinamente y que el adiestrador cuando se enterase se iba a morir de pena sin él. Que si aceptaba el trabajo de disfrazarse de Esparqui mientras se conseguía un nuevo gorila. El mimo aceptó.

A la mañana siguiente el mimo se vistió de gorila y entró en la jaula antes de que la gente llegara. Descubrió que era un trabajo excelente y cómodo. Podía dormir todo lo que quisiera, jugar, hacer gracias a los niños y conseguir incluso mucha más atracción que cuando actuaba como mimo.

Pero la gente acabó aburriéndose de verle hacer siempre lo mismo, y él empezó a caer en el aburrimiento de no hacer nada. Se dio cuenta de que el público prestaba más atención a la jaula del león que a la suya. Así que sin esperar a que se la audiencia se largara, saltó a lo alto de la jaula del león y empezó a brincar, dar golpes y hacer tonterías y sobre las rejas provocando la ira y la furia del león. Pero a la gente le gustaba eso. Al final del día el director de circo le dio una paga extra, le felicitó y le animó para que siguiera haciendo ese numerito todos los días.

Y así fue. Cada día atraía más público. Llegaron a venir gente hasta de Trujillo y de Navalmoral para ver el espectáculo que se organizaba con las provocaciones que el gorila hacía al león. Hasta que un día estando encima de la jaula resbaló y cayó dentro. El león se preparó para la venganza. El mimo estaba tan asustado que empezó a dar vueltas alrededor de la jaula, de un lado para otro, sin posibilidad de escapar. Cuando se vio completamente perdido, viendo que la gente miraba y no hacía nada, se puso a llorar y a gritar.

-¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Ayudenme! - gritaba. Pero el león era demasiado rápido y amenazador . El mimo se encontró pegado contra las rejas mirando hacia arriba a un león hambriento que se le venía encima, el cual ya a escasos centímetros de su cara le susurra: '¡Cállate idiota! ¿Quieres conseguir que nos despidan a los dos?'

Así va la discusión

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