Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Voy a tener que ir al Registro de la Propiedad para dar de alta todas las propiedades con que me estoy haciendo en Internet. Soy rico, virtualmente hablando. Tengo diez buzones de correo (pero no lo puedo decir para conservar mi intimidad y mi anonimato). Como se enteren Google y compañía, me los quitan. Tengo varios territorios en Facebook, con sus muros y sus álbumes. Un gran cosechón de fotos en Tuenti, Cuatro blog, Varios portales web. Una red social para mi solo. 60 amigos en HI5, Twiter, Myespace. Unos 100 álbumes web distribuidos por distintos espacios gratuitos. Dos canales de Youtube con cientos de videos...

Vamos, que soy rico, aunque no lo parezca. Pero no se como demostrarlo. Es el problema de andar de anónimo por el mundo. ¿Como me van a pagar los de Youtube por mis realizaciones, si no sabe quien soy, ni que cuenta tengo?

Vamos a empezar a tener que poner orden a esto. Contactar con Noelia del registro de propiedad de las tierras de la Tiesa para que considere incluir entre las mismas estos espacies virtuales. Si nó, nos va a pasar lo que les sucedió a los antiguos pequeños propietarios de terrenos: tan integrados estaban con sus parcelas y tierrinas, que acaban siendo vendidos, registrados e intercambiados entre los grandes señores, amigos de los notarios y de las autoridades, para comerciar con ellos, como si de ganado se tratara.

En nuestro caso, los grandes señores se han convertido en multinacionales del software: Microsoft, Yahoo, Google, etc., que recogen y acogen 'gratuitamente' todas las propiedades intelectuales que les confíen, para acabar apropiándose y negociando con ellas. También comerciarán con las propiedades, espacios e identidades virtuales como si de ganado se tratara. Ya verás.

Cada vez más, urge coger al toro por los cuernos. Hay que acometer la creación de una infraestructura de comunicaciones, soporte hardware, de almacenamiento, software y de red por parte de las autoridades locales, regionales autonómicas y centrales, que posibilite el alojamiento de los espacios, identidades y propiedades virtuales, y asociarlas a identidades reales, validarlas, certificarlas y asegurarlas para evitar el desparrame, el descontrol y el abuso que se va a producir de seguir la tendencia actual.

No vale solo con crear aplicaciones para facilitar los trámites. Esto se puede alargar infinitamente si cada aplicación lleva su control de acceso independiente. Las autoridades, antes de ello, han de crear toda una infraestructura de Red Social, única, con buzones personales, espacios para datos, archivos y documentos.

Nótese que las únicas redes sociales que tienen éxito son aquellas en las que las personas quedan identificadas con perfiles que se aproximan a las identidades reales (fotos, amigos, pueblo, colegio...) . Siempre se miente mucho, pero sólo las que menos mienten van ganado en esta 'lucha de las especies' cibernáuticas por sobrevivir.

Las personas no tienen ningún problema en identificarse plenamente cuando se ven en un entorno seguro. Por ejemplo, para entrar al banco o a la administración. No quieren ser suplantadas o timadas, pero tampoco que les vayan a cobrar por ello. También buscan amplias funcionalidades, ayudas y beneficios que compensen el esfuerzo o los recursos que tengan que emplear.

Ya veremos si se hace. ¿Trabajo? Mucho. Más del que vamos a necesitar para salir de la crisis.