Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Una de cal y otra de arena. Eso parece que estamos haciendo. Por ejemplo, yo creo que Narciso no atina en el hecho de pensar que otras religiones hagan apología del terrorismo. Los mandamientos suelen ser pacíficos y conciliadores, de lo contrario no atraerían a la Sociedad, no serían acogidos por el pueblo. Todas las religiones se basan en principios de justicia, equidad, humildad, bondad, fraternidad, amor al prójimo, etc. Otra cosa es que esos principios se lleven bien a la práctica y se consigan imponer. ¿Quienes los infringen? Unas veces son las autoridades políticas; otras, las autoridades religiosas; otras, determinadas minorías de exaltados o integristas; otras, la propia jerarquía y organización... Pero se trata siempre de personas que van a lo suyo, individuos que buscan su propia satisfacción. También organizaciones minoritarias, sectas, o clanes dentro de una organización mayor, que, por el afán partidista de su propio grupo, remueven hasta los fundamentos que les sustentan.

No creo que ninguna estructura esté libre de esta lucha entre potenciar la fortaleza de la Sociedad en su conjunto o la de dejarse llevar por minorías organizadas o individuales.

Creo que hay que ver el proceso de otra manera: Desde el punto de vista de las personas. Estas requieren protección, seguridad, garantías de paz y prosperidad, justicia y equidad. La suma de estas voluntades es la voluntad de la colectividad que va en busca de un código, catálogo de normas, compendio de reglas morales y de comportamiento, una filosofía que lo sostenga o una religión... Y entre las muchas propuestas ha seleccionado la que mejor satisface esa necesidad. No es al contrario. No es una religión la que viene a imponerse a la Sociedad, sino esta la que va buscando al mercado la que mejor resultados le proporcione: estabilidad en los compromisos sociales y familiares, para criar y educar a los hijos, para repartir los recursos sin demasiadas peleas entre vecinos... Y hay que ser muy convincentes, porque de lo contrario muchos se van a revelar; los individuos normalmente siempre quieren más.

Por el motivo que sea las religiones que tenemos son las que han sido adoptadas como óptimas.

Otra cosa es que los cambios vertiginosos que estamos experimentando actualmente lo pongan todo esto patas arriba. Las religiones al descubierto, los principios cuestionados, las actuaciones en entredicho, la historia repudiada... Son tan vertiginosos los cambios que las religiones no tienen tiempo de reacción para adaptarse, y corren el riesgo de extinción.

Ahora la Sociedad no es un Estado, una cultura, un continente. La Sociedad de hoy en día es todo el globo. El desarrollo de las comunicaciones han conseguido que así sea. Cualquier ideología, pensamiento o filosofía que sólo de cobertura a sectores o minorías que no sea el mundo global queda en vías de extinción. La Sociedad reclama medios, herramientas y ayudas que equilibren y regulen todo el planeta, cualquier cosa que pueda generar tensiones artificialmente entre grupos deja de ser considerada.

Bueno, Fernando, será porque somos egoístas, individualistas e interesados. Es porque somos como somos. Reclamamos estabilidad, seguridad, garantías... y también mejores condiciones que las que tiene el vecino. Pero hasta eso tiene solución en la Sociedad Global. Leo podría ser mas rica que yo, pero yo ser mejor cantante que ella; Leo podría escribir mejores poesías, pero yo la ganaría haciendo mejores fotos; el coche de Leo podía ser mas grande, pero el mío más bonito... Ella tiene una página mejor diseñada que la mía, pero yo tengo más accesos; su casa está mejor preparada, pero la mía es más grande y así sucesivamente... hasta acabaríamos llevándonos bien, porque interiormente cada uno tiende a verse a sí mismo mejor que el contrario. ¡Cosas de la naturaleza humana! Hasta eso lo tenían pensado cuando nos engendraron. ¡Que listos! ¡Madre!