Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Cuando corre por las venas la sangre del comerciante, el hacer una rebaja forma parte del ser. Pero el trasfondo, casi siempre guarda un pequeño secreto. Casi siempre, dejar contento al cliente. Casi nunca, pérdida material. Como mucho, el intento de aminorarla.
Cuando los años transcurren y se amontonan, el quehacer de la vida se reduce en casi un cincuenta por ciento a vivir de los recuerdos. Los más gratos, sobre todo. Y entrar en filosofías buscándole tres pies al gato, lo dejamos (yo, al menos) para los que creen que el mundo aún se puede arreglar. Sobre todo, haciendo las cosas que él piensa o siguiendo las enseñanzas del salvador de turno. Y entonces empiezan a despertar las esperanzas. Las nuevas esperanzas. Las PRIMAVERAS que recorrerán nuestros cuerpos en busca del calor exultante del VERANO, para ir cayendo en la nostalgia del OTOÑO que nos conducirá, irremediablemente, al frío del INVIERNO.
No me atrevo a buscar en el presente porque la vida pasa tan rápida que solo me permite comprobar mi ignorancia ante las innovaciones diarias que, ayer, eran para mí un futuro lejano.
Prefiero salir al campo y comprobar que los ciclos que teníamos cuando yo era muchacho, se siguen manteniendo, pese a nuestros persistentes ataques.
¿ No será que la naturaleza es más sabia que nosotros?