Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Esta es una crónica que aparece hoy en La Gaceta de Salamanca. Como véis, la tradición aún persiste en algunos pueblos de España:

cantalapiedra
Quintos y quintas corrieron los gallos ante numerosos vecinos de la localidad
La fiesta continúa hoy con una comida
Los "quintos" de Cantalapiedra, 9 chicos y 3 chicas, corrieron ayer los gallos siguiendo la remota tradición que cada año se celebra en esta localidad, ante numerosos vecinos concentrados en la calzada Real. La maroma fue cruzada de lado a lado de la calle y los jinetes y amazonas, fueron pasando por debajo tantas veces como fue necesario hasta arrancar la cabeza del gallo, colgados de uno en uno y ya muertos. Con este espectáculo comenzó la fiesta anual de Quintos", que continua hoy con baile y comida fraterna.

Hasta aquí la crónica del periódico. Como podemos ver, las tradiciones pueden continuar perfectamente, mas acordes con estos tiempos donde el respeto a los seres vivos es mas latente. Claro que en estas cuestiones nunca estará dicha la última palabra ya que también habrá detractores que no estén de acuerdo con espectáculos de este tipo, aunque sean gallos muertos, que de todo hay.
Y leyendo estas notas sobre el maltrato a los animales irremediablemente pienso en los de dos patas y sobreviene la comparación. Las comparaciones siempre son odiosas..., decía alguien. Pero necesarias..., contesta otro. Pero no me quiero liar y voy al grano de la eterna pregunta que me corroe de un tiempo a esta parte: ¿Mejor los castigos corporales –vamos las ostias que nos arreaban- nuestros queridísimos maestros siguiendo el lema de 'la letra con sangre entra', con la aprobación en muchos casos de nuestros padres a los cuales había que ocultarles los reglazos para evitar otra sesión de lo mismo? ó ¿la total inmunidad en las aulas de ahora? Por no decir de las frecuentes bofetadas de nuestros mayores, por alguna trastada o falta que pudiéramos hacer, a la total prohibición de dar ni un azote a tu niño pues te pueden presentar una querella en el juzgado.
Pero bueno, esto es España y ya sabéis aquello de España es diferente. Vamos que no tenemos término medio, pasamos de anular la pena de muerte (estoy de acuerdo con esto) a perdonar si es necesario a quien mata o como mucho unos años de cárcel, nunca más de 10 o 15, pues sabido es que nadie cumple lo 100 o 1000 años de condena ya que la ley no permite estar en la cárcel mas de 30. Luego reducciones por trabajos, comportamiento u otros eximentes, total dos días...
La vida está llena de contradicciones. La vida misma es una contradicción. Yo soy una contradicción, pues he pasado de liarme a pedradas con los perros, robar los huevos de los nidos de los pájaros o perseguirlos a perdigonazos a no resistir ni permitir que se haga el mínimo daño a estos animales. Pero no creo que ahora sea mejor persona, mas bien creo que si existe el cielo me lo tengo ganado en la época anterior, pues ahora me falta verdadera solidaridad con los seres que sufren..., si, si, esos negritos famélicos que nos amargan las horas de las comidas delante del televisor, ¡que pena, que injusto es el mundo! exclamo casi con lágrimas en los ojos, pero qué bueno está este solomillo de ternera. Lo que digo, soy contradictorio, o peor, soy un cínico.
Dios, cuando me muera júzgame por las pedradas a los perros y no me tengas en cuenta cuando ahora cuando me apiado de los gorriones que mueren en la carretera al chocar contra el capot de mi coche...