Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

El otro día estuve hablando por teléfono con Juan Ramiro y me conto algo del abuelo de Fernando que había estado en la guerra de Cuba. Como yo no lo sabía o no me acordaba, le dije que el que había conocido yo era al tío 'Gurriones' del que se contaban algunas anécdotas, aunque yo sólo me acuerdo en este momento que algunas veces llamando a su hijo Abdón terminaba llamándole Adán.
De la guerra de Cuba me acuerdo que mi abuela Hilaria (a quien una maestra que tuvo de niña la decía que Hilaria no se escribía con 'h', como lo hacía ella porque entonces diría Chilaria), me cantaba la siguiente canción que la cantaban los soldados que se iban a la guerra de Cuba y que la había oído en un teatro de Madrid y que decía:

Adiós península hermosa
adiós que se va el vapor,
adiós que me voy a La Habana
a cumplir con la nación.

Si muero allí madre consuélate
que si yo me embarqué
fue por obligación
y ante mi tumba llora postrada
madre adorada
mi salvación.

Y al regreso cantaban esta:

Adiós bella americana,
adiós que se va el vapor
adiós me voy a mi España
donde me espera mi amor.
Y si al regreso ella hubiera muerto
mi único anhelo será morir.

Esta canción con una variante la oí cantar a la Coral de la Asociación Cultural Fontanesa a la que pertenezco y se lo comenté un día a su director.
En esta asociación ingresamos unos cuantos de amigos, interviniendo más activamente en los Carnavales con el nombre de La Chistera, que Fernando y mi primo Andrés conocen porque se presentaron un día de Carnaval cuando veníamos cantando por la calle, procedente del asilo 'La Macarena' y en la fuente del Pilar junto al parque estuvimos cantando para el público allí presente varias canciones del repertorio. Fernando me decía que le había causado una gran sorpresa verme actuar vestido de Carnaval con el resto de compañeros.
Después se vinieron con nosotros al local donde comimos, bebimos, cantamos y bailamos, pasándolo muy bien.

Arturo M.