Yo creo que Fernando se ha liao y nos quiere liar a todos. Él, cuando habla de picochas, quiere decir “picotas” que son buenas para el colesterol, los triglicéridos y la tensión, y que según la RAE son una “variedad de cereza, que se caracteriza por su forma algo apuntada, consistencia carnosa y muy escasa adherencia al pedúnculo” pero también son el “rollo o columna de piedra o de fábrica, que había a la entrada de algunos lugares, donde se exponían públicamente las cabezas de los ajusticiados, o los reos”. También buenas para el colesterol y los triglicéridos en el sentido que los arrancaban de raíz... y de la tensión ¡no digamos!; a la tensión la dejaban por los suelos, pero de una forma más drástica que las icotas de comer.
Según la Wiki: “las picotas son columnas de piedra más o menos ornamentadas, sobre las que se exponían los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil”. También dice que “don Diego Pizarro Hinojosa se quedó en propiedad con Torrecillas de la Tiesa y ordenó levantar en ellas un rollo, señal de villa exente, independiente de Trujillo.” Pero yo creo que lo de “símbolo de independencia” era más una fachada para engañar a la gente, ya que, en realidad, lo que representaba era una clara señal de advertencia y de desafío contra todo el que osara poner en cuestión la autoridad de nuevo y poderoso dueño.
El Rollo, muy bonito, de estilo gótico y granito berrocal, “era la picota donde se exponían los ahorcados en la plaza pública”. Un símbolo de provocación. Tanto es así, que “un decreto de las Cortes de Cádiz, de 26 de mayo de 1813, ordenó la demolición de todos los signos de vasallaje que haya en sus entradas, casas particulares, o cualesquiera otros sitios, puesto que los pueblos de la Nación Española no reconocen ni reconocerán jamás otro señorío que el de la Nación misma, y que su noble orgullo sufriría tener a la vista un recuerdo continuo de humillación”. Pero a nosotros ese decreto no nos llegó a tiempo.
Conste a favor de nuestra “picota”, que no se trataba de una picota cualquiera, sino de una picota de categoría superior; de la categoría de “rollo”. Así lo dice la Wiki, que “aunque se suelen llamar picota a todas las columnas de este tipo, algunas de ellas son de más categoría y se las denomina rollos, estos solo se levantaban en villas e indicaban el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.”
“El rollo es una columna de piedra, ordinariamente rematada por una cruz o una bola”, "picota" o cereza gorda de granito, y además, “marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un monumento conmemorativo de la concesión del villazgo”. Los pueblos con rollo tenían “jurisdicción para juzgar y condenar a muerte” y también para “castigar y pagar las penas menores de los delincuentes comunes, que tras ser azotados, eran expuestos a pública vergüenza”.
¡Una vergüenza! ¡Mejor la picocha!
