Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

De Don Lucas, sin novios ni desengaños,
hoy cumple la pequeña diez y ocho años.
Y al mirar como pasan estos corriendo
les despide llorando: casi riendo.

¡Hay que ver! Considera toda asustada.
¡Soy una mujercita casi formada!
¡Se han pasado los años sin darme cuenta!
¡Cuando menos lo piense tengo ya treinta!

Y pensando estas cosas la pobrecita,
se ha vuelto de repente tan formalita
que evitando ser loca, por lo que veo,
hasta cantar en casa lo encuentra feo.

Pasa en su nuevo estado, tantas fatigas,
que esta tarde saltando con las amigas,
al brindarle el 'tocino' con lo que goza,
contestó con orgullo ¡que ya era moza!

Y que si antes saltaba cuando querían
era porque los años se lo pedían.
Estas cosas le han puesto que está que trina
a un muchacho que espera tieso en la esquina,

con la cara alargada como un bizcocho
le hizo ver que tenía ¡sus diez y ocho!
y que admitir la charla de un mozalbete
sólo lo hace una polla de diez y siete.

En fin: que es una historia ¡pero de alpiste!
Si tú, lector, en ella no encuentras chiste,
has de saber que a Elisa le importa un bledo.

Ella sabe con arte mover los dedos
cuando con su bandurria, las piezas toca
y con eso tan solo, se vuelve loca.

Jaraicejo, 17-2-1928