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Participa / Foros / Blogs / RE: sobre el nombre del pueblo

El nombre de un pueblo es una antigua reliquia, como lo es también el nombre del lugar o accidente geográfico. Muchos de los topónimos cercanos a Torrecillas de la Tiesa se refieren al tipo de edificaciones: Cabañas del Castillo, Casar de Cáceres, Casar de Palomero, Casares de las Hurdes, Casas de Don Antonio, Casas de Don Gómez, Casas de Millán, Casas de Miravete, Casas del Castañar, Casas del Monte, Casas de Don Pedro, Casas de Reina, Casatejada, Casillas de Coria, Castillo, Majadas, Navaconcejo, Navalmoral de la Mata, Navalvillar de Ibor, Navas del Madroño, Nava de Santiago (La), Navalvillar de Pela, Navezuelas, Torre de Don Miguel, Torre de Santa María, Torrecilla de los Ángeles, Torrecillas de la Tiesa, Torrejón el Rubio, Torrejoncillo, Torremenga, Torremocha, Torreorgaz, Torrequemada, Torre de Miguel Sesmero, Torremayor, Torremejía, Castilblanco, Cáceres (Castra Cecilia), Herrera de Alcántara, Herreruela.

También hay muchos derivados del tipo de municipio: villa, medina, aldea, pueblo, casar, atalaya, caserío... y otros del paraje donde se ubican: castañar, madroños, jaras, monte, valle, garganta, berrocal, carrascal, sierra, campo, río(gua), rivera, alameda, etc.

El nombre de un pueblo debe de ser algo muy característico, propio, particular y distintivo que lo defina y lo concrete para su uso colectivo. Salvo que haya cambiado por razones políticas, ese nombre debe remontarse a sus orígenes y por tanto las características a que alude deben de estar referidas a su periodo de bautismal.

Así que nos habrán fastidiado bien si el nombre original ha mutado por otro, sin nosotros enterarnos.

A mí me gustaba la hipótesis de Torrecillas sobre la de Torrecilla, por lo mismo que hay más nombres para los pueblos de Casas en plural (Casas de Don Antonio, Casas de Don Gómez, Casas de Millán, Casas de Miravete, Casas del Castañar, Casas del Monte, Casas de Don Pedro, Casas de Reina) que de Casa (Casatejada), porque una casa aislada no caracteriza a un pueblo como lo caracteriza una Torre (Torre de Santa María, Torrecilla de los Ángeles, Torrejón el Rubio, Torrejoncillo, Torremenga, Torremocha, Torreorgaz, Torrequemada, Torre de Miguel Sesmero, Torremayor, Torremejía). Pero no es lo mismo una torre que una torrecilla. Estas se asemejan más a las cabañas y a las casas que a las torres. Sin embargo hay más pueblos que se llaman Torrecilla (Torrecilla de la Abadesa, Torrecilla de la Orden, Torrecilla de la Torre, Torrecilla del Valle, Torrecilla de los Angeles, Torrecilla de Cameros) que Torrecillas (Torrecillas de la Tiesa)

La hipótesis de Torrecillas, en plural, nos haría pensar que la falta de pronunciación de las ‘s’ finales en extremeño, haciéndolas aspiradas, ha debido traducirse en su escritura en singular. La hipótesis de Torrecilla nos hace pensar que una extraña y curiosa influencia castellana ha añadido una ‘s’ final, antes inexistente.

La hipótesis Torrecillas nos sugiere un origen humilde y pobre. La hipótesis Torrecilla sólo puede hacernos especular sobre un ambiente bélico defensivo propio de zonas fronterizas.

Pero hay algo en común en ambos puntos de vista: el contexto adverso y agresivo contra el que la población ha de mantener una lucha constante por la supervivencia: Tanto la torrecilla defensiva, como las torrecillas habitáculos, pertenecen a las categorías más bajas y simples en sus respectivas escalas. Tampoco ha variado mucho ese entorno a lo largo del tiempo como para que aún no podamos fácilmente extrapolar la situación actual a tiempos pasados (nada parecido a los seguros castillos y castros o a los relajantes palacios y a las acogedoras ciudades). Ambientes muy duros y penosos conllevan una doble vertiente: penalidades, mortalidad y baja calidad de vida, por un lado, y un proceso selectivo y evolutivo que a largo plazo va mejorando la competencia en la lucha por la supervivencia, por otro.

Otra cosa, esa forma tradicional de construir cabañas a diferentes pequeñas escalas que nos ha llegado con los juegos infantiles. Yo sólo recuerdo dos modalidades según el material empleado: con pizarra o con cañas. En ambos casos nuestras construcciones más que cabañas eran torrecillas, sobre todo con las de pizarra. Con las de caña había otras variedades además de la de tipo torre cuadrada.

Nuestro mejor modelo en pizarra siempre ha sido el circular (cilíndrico). Otra cosa es que la paciencia de la niñez no soportara el arduo trabajo de llegar a la cúpula y siempre nos quedáramos ‘a medias’ sin acabar de rematar la obra.


Hay un trabajo muy bueno titulado “HUMILDES MORADAS. RECUPERACIÓN DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL DE CHOZOS DE PIEDRA EN PALOMERO” de IGNACIO R. MENA CABEZAS que está en la dirección de Internet ‘ab.dip-caceres.org/alcantara/alcantara_online/58/58_003b.htm’.

¡Esas eran nuestras construcciones infantiles! “Los textos hacen referencia a edificios parecidos conocidos en toda la zona occidental y central ibérica con los nombres de chozos o chozas, furdas o chafurdoês en Portugal, casetas en Aragón, caracolas en Jaén, guardaviñas en La Rioja, torrucas en la Sierra Norte sevillana.” A mi me parecen torrecillas. Todo depende de la cantidad de material de construcción disponible. Y pizarras en Torrecillas hay para largo… y alto…

A resultas de todo lo cual… a mi me gusta Torrecillas.

Así va la discusión

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