Buscar En
RSS titulares
El Tiempo en España
Embalses.net
Valid XHTML 1.1
Anti Robots Spam

Participa / Foros / Palabras / Estalache

¡Menuda palabra! ¡Y no figura en el diccionario de la Real Academia (RAE)!

Afortunadamente tenemos el nuestro propio. Según el Diccionario de la Lengua Torrecillana un es un “andamiaje, entarimado, tarima, tablao, andamio, entablado, plataforma, maderamen, entarimado, tribuna que se monta para, por ejemplo, acoplar a los instrumentos, los músicos y la orquesta durante su actuación en las fiestas”.

¡Claro!. ¿Cómo no iba a figurar? Si es una palabra que sólo a los oídos de los muchachos cobra una amplísima significación. La preparación de un estalache es el anuncio manifiesto y palpable, para toda la chiquillada, de la proximidad de una fiesta o acontecimiento ansiado y largamente esperado. Es la prueba visible y real de que algo gordo va a pasar.

Escribía a sus padres el joven maestro Azorín durante sus primeros días en la villa de Santa Marta: “Cuando me manden el tabaco, mándenme también un libro de López Prudencio, titulado El bargueño de Saudades, que tengo en el estalache de las novelas...”.

Entonces, ¿Cómo no ha pasado a ser considerado por la RAE? No me lo puedo creer. Vuelvo a consultar: AVISO La palabra "estalache" no está en el Diccionario.

Según el de ARROYO DE SAN SERVÁN un estalache es un “puesto del mercado” o una “tienda de poca importancia”. Bueno, puede que para los “mayores” su visión de un estalache conceda a este poca importancia, pero desde nuestra perspectiva de miniaturas humanas, cuando chicos, eso era lo más grande que se podía hacer en este mundo; no ya por las dimensiones físicas del artilugio, sino, más bien, por el alcance y la significación que comportaba.

El anuncio de una festividad o un evento se hace real cuando empieza a montarse el estalache: el del circo, el de las barcas, la noria, los caballitos, las casetas de tiro... Todo se hace real. Asciende fulgurante desde la categoría de promesa o juramento a la de certeza de lo inevitable, lo ineludible, lo irrevocable, lo inexcusable y lo forzoso. Un cambio en la rutina que nos pone a cien, acelerando esa nuestra actividad de rajamantas y balarrasas. Observando, subiendo y bajando por los entarimaos, enredando, saltando inquietos... sin esperar, ni siquiera, a que hayan terminado el montaje. Como quien dice: ¡Esto ya no hay quien lo pare!¡Ya han montado el estalache!

Así va la discusión

Contestar mensaje en el Foro 'Palabras'

Autor:

Título:

E-Mail:

Web:

Mensaje: