Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Nubarrones de Tormena

Nubarrones de tormenta asoman por la solana,
remolinos polvorientos limpian el suelo de paja.
El sol paice que se cae, está apretando con juerza,
ni el sombrerino pajizo se pué aguantá en la cabeza.

Es cuasi que medio día, se agarban hasta las bestias
que desganás y cansinas tiran del trillo en la era.
Un muchacho doce añero, que es el que lleva las riendas,
va amodorrao en el trillo dando güeltas y más güeltas.

La nube se va acercando cá ves se pone más negra,
el airecino en la cara avisa que hay agua cerca.
- ¡Niño! ¡Espabílame las bestias! Paice qu'estás atontáo,
-¡Trae acá! ¡Baja del trillo y ajórrate p'aquel lao!

- ¡Járre, Pastora!
- ¡Járre Pimienta! que hay que acabar la parva antes que jaya tormenta.
¡Ya no quea tiempo Gelípe tenemos que recogerla,
que ma’ caío un goterón y a mojá giede la tierra!

- ¡Vamos Gelípe, Espabila!
-Saca el trillo de la parva y ata el palo a la Pimienta,
vamos a arremontonarla antes que caiga la yesca.

El padre lleva la mula mientras el Gelipe aprieta,
subío en el palitroque, para jacer un poco juerza.
Un jarreón de la mula cae al muchacho de jeta,
que asustao y lleno paja, casi ajogao se quea.

-¡Ya lo sabía! -dice el padre- las pocas jielis que tienes!
¡Sólo vales p’arreglarte cuando a ti bien te conviene!
- ¡Ya se lo dije a su madre! ¡Que no me lo llevo más,
qu'el muchacho es mú blandino y no me va ayual en ná!

- ¡Tiene que estar en la escuela y aprenderse bien las letras,
que este muchacho no vale para andar con estas bestias!
¡No tiene jielis que valga, le fallan mucho las juerzas,
habrá que llevarle al médico que le haga una receta!

- ¡A ver si asín se espabila con vitaminas de esas
que tienen en la botica y dicen que son mú güenas!
¡Aunque a mí me giede mal!
¡Un muchachón tan crecío que pá trece años va ya,
tenía que tenel más juerza que las que tiene el zagal!

-¡Mira que si es mariquita y no nos ha dicho ná!
¡Pregúntale tú, María, a ver que dice el chaval!
-¡Anda, bruto, qué te piensas! ¡A mí no me pué engañal!
- ¡Yo soy su madre, Genaro, y no lo voy a ocultá!
¡El Gelipe, es mariquita, ya sé que es pa ti un revés,
pero también es tu hijo y lo tienes que querel!