Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Imaginemos que nos constituimos en grupo político-militar (o sea, un poco terrorista), mediante el cual asumimos como lícitas las posibilidades de cobrar impuesto revolucionario, cometer delitos varios en aras a la auto-financiación (robos y extorsiones diversas) y 'ajusticiamientos' de personas que no comulgan con nuestras ideas autogestionarias, independentistas, sectarias, un poco racistas, de izquierdas (porque así parecemos más progresistas) y populistas (de nuestro pueblo). Nuestros enemigos podrían ser todas las instituciones que directa o indirectamente oprimen al que trabaja, a impuestos, con leyes y centralismos, etc. Nuestra lucha será tan lícita como la de 'ellos', pues así la definimos nosotros, que vamos a luchar por el oprimido como Guillermo Tell, el Che, Hitler, Napoleón, Mao o Alejadro Magno y Gadafi.

Seríamos los temidos AGAPITO (AGrupación Armada Por la Indepenencia TOrrecillana)

Reivindicaríamos la independencia nuestro pueblo del yugo de Trujillo, Cáceres, Extremadura y España entera; e iríamos adquiriendo una buena reputación de matadores contra ciudadanos acojonaos. Formaríamos una asociación política para entrar en las instituciones que combatimos, con el firme propósito de obtener votos bajo amenaza. Se incrementarían los puestos de trabajo en medidas seguridad y guardaespaldas sin contar con los recursos propios que mantendríamos fruto de la extorsión.

Cuando, pasados unos años, hubieran caídos unos ochocientos o así, y nuestros socios políticos estuvieran más o menos bien posicionados, sacaríamos un comunicado por el que declarábamos un cese de las hostilidades y una negociación previa una amnistía general. Seríamos los caudillos de paz. Y, puestos a pedir, aunque no nos lo den, también deberíamos exigir un reconocimiento de nuestra lucha, carteles y estatuas en las calles, liberación de los presos y pensión vitalicia por sus sacrificios.

¿A que no está mal pensado?