No se pueden vender las ideas de uno tan baratas. Hay que pelearlas.
Si te hubieras resitido un poco te habría contestado que....
Es probable que a la luz de los conocimientos actuales encontremos muchas deficiencias, inconsistencias, anomalías y errores en la actuación de la Iglesia histórica, o en la Iglesia actual, pero hay que tener cuidado con despreciar radicalmente 'todo' lo realizado por una Organización que ha funcionado, y que, de alguna forma, ha asumido la delegación de la Sociedad para arbitrar, normalizar y regular las relaciones humanas. Sabemos lo 'mal' que han podido funcionar las colectividades bajo esta normativa, pero no sabemos lo 'mal' que hubieran funcionado sin ella, dejando el control al libre albedrío de etnias, familias, clanes o feudos. De hecho no hubiera funcionado de otra manera, pues la prueba está en que así es como han evolucionado realmente las sociedades prósperas: Musulmanes, cristianos, católicos, ortodoxos, etc.
Me habría apoyado, también, en otros análisis, y te habria dicho que..:
No se por qué, pero siguiendo líneas dialécticas diferentes de las nuestras, mi amigo Carlos, llega a las mismas conclusiones en del último post titulado, 'El HORROR'( http://cascor.spaces.live.com/Blog/cns!8CFDC00F5CD96EF3!1515.entry):
'Cada vez estoy más convencido de que cuanto más apacible, prospera y segura se siente una Sociedad, más necesario es mantener una auto-vigilancia sobre las propias convicciones: ignoro la razón, pero en esas circunstancias, más se afina esa línea de separación entre la normalidad y el horror o más tendemos a justificar cualquier horror ajeno para mantener la normalidad propia. Debemos aguzar los sentidos para desconfiar de cualquier Endlössung zafia o científicamente presentada, cualquier indicio de cargar culpas a colectivos, cualquier cesión a lisonjear el lado salvaje y destructivo de la masa, la más mínima tendencia a encarnizar odios entre etnias, países o regiones, cualquier absurdo encumbramiento de la propia identidad a la cima de los valores éticos, cualquier tentación, en suma, de imponer, avalar o consentir el odio, el desprecio y la violencia desde el poder o el estado. En esas circunstancias, y en una sociedad acomodada, el horror está servido'
Reafirmando los hechos...
Él ha vivido y ha sido testigo de la crispación que se ha creado en el País Vasco, y encuentra cada vez más frágil la membrana de separación entre lo que es una región próspera, de lo que es el horror de la guerra. A semejanza del horror vivido en 'años noventa y tantos' cuando 'televisor mostraba las imágenes de alguna olvidada guerra balcánica'. Y no lo hace por advertir, como lo hacían nuestros viejos, del riesgo de reaccionar contra lo establecido, sino para tratar de responder a algunas preguntas de difícil respuesta.
Y para rematar el negocio, habría incluso rabajado también mi oferta inicial, condescendiendo...
Pero hay que ser positivos. Tratar de entender lo que ha funcionado bien y por qué. Mantenerlo o reproducirlo. Corregir lo anacrónico y complementarlo con nuevas estructuras, cada vez más racionales, con más sentido y con más claros objetivos sociales, lo que falta. Revolucionar por revolucionar, no lleva a ninguna parte, cuando tenemos todos los mecanismos y herramientas que nos ayudan a analizar, discernir, planificar, calcular y promover soluciones para el futuro, aunque sean soluciones siempre sujetas a cambio y mejora.
Así al final llegaríamos a un arreglillo... Además de haber fundado nuestra propia callejina.
