Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Juan. Se nota a la legua que todabía eres joven y que eso de los programas se te ha metido en el coco y como no te des prisa en ser viejo te vas a ver dominado por los adelantos de la vida moderna.
Uno de los motivos (muy pocos) de estar conforme con ser viejo es el de poder saltarme los programas cuando me parece bien (y el alto mando lo permite) y decirle las cuatro verdades del barquero (que no sé las que son) al primero que se me ponga por delante.
Por otra parte, esto de los programas ha existido siempre. Lo que ha cambiado mucho es la forma de transmitirlos. Ahora se usan los móviles, los ordenadores, la televisióny muchísimas cosas más. Antes era más sencillo: Bastaba con "HACER CORRER LA VOZ" o "HACER SALTAR LA VOZ DE ALARMA", y se podía alertar al personal con voces, con silvidos, con campanas, con cañonazos, con señales de humo......La verdad es que era un sistema más lento que los de ahora, pero también es cierto que teníamos muchas menos prisas que la gente de hoy. Pero PROGRAMAS Y PROBLEMAS siempre los ha habido.
Lo bueno de los programas antiguos era que casi siempre sabías de la cabeza que habían salido y si no te gustaban te quedaba el consuelo de acordarte de toda su familia. Pero ahora, con tanto aparato de por medio, no puedes saber, a ciencia cierta, quién ha sido el culpable, y si lo sabes, casi seguro que es el que menos culpa tiene.
Hagamos nuestros propios programas a base de jamón, pan y vino como base, para las fiestas que se avecinan, y para contar penas que alguien escriba una novela.
No he querido sacar el tema de la paga de Navidad porque me imagino que el jefe se habrá quedado sin "perras" después de la boda y no quiero crear PROBLEMAS en este PROGRAMA.
Cuando pase este puente y haya descansado de tanto trasiego de ir y venir a la Iglesia de San Francisco "El Grande" y estar pendiente de tanto invitado, empezaremos el tema de los "atrasos".
Y tu, Juan, deja de preocuparte por los adelantos que tiene tu coche y otros aparatos, porque seguro que te acuerdas, mejor que yo, que los burros de nuestra niñez, cuando volvían del trabajo a casa, con el amo encima, no hacía falta ponerles el piloto automático porque ya venían con él incorporado. Lo que pasa es que no lo ponía escrito en el "salpicadero" porque casi nadie sabía leer. Y ponerlo por poner.....