L A J U N D E A. -
PROLOGO.-
Esta obra, esta basada en la forma de vida de la década de los año 1.940 a 1.950, del siglo próximo pasado, en el Pueblo de Torrecillas de la Tiesa (Cáceres), donde se daban, las siguientes circunstancias.
Para la iluminación del pueblo, existía un motor de gasógeno, alimentado con carbón mineral de piedra, que hacía funcionar, mediante una enorme polea, a un generador de energía eléctrica que, casi siempre esta averiado por falta de combustión o averías mecánicas; cuando esto último ocurría, el mecánico tenía que venir de la localidad de Navalmoral de la Mata, de la misma Provincia; este se desplazaba en Auto Rés hasta Trujillo, y desde allí, en caballería o en carro hasta el pueblo, (todo una Odiosea), ello originaba el problema de quedar sin luz eléctrica, largas temporadas; la verdad que no ocasionaba muchos perjuicios, al no existir más electrodomésticos que el aparato de RADIO, propiedad del entonces médico D. IGNACIO LORENZO LAGUARTA. Bien entendido, que por entonces no existía agua corriente en la población, ni alcantarillado para, aguas residuales.
Por aquella época, los veranos eran propios de la comarca, calurosos y con escasa lluvia, ello suponía con buen criterio por parte de las Autoridades locales, el RACIONAR el agua a la población, para ello se habilitaban las fuentes de SALAMANCA o la del LABRADOR, indistintamente, que eran las que más y mejor agua tenían, el resto de las fuentes, Pozo de la Higuera, fuente Arriba, Fuente Nueva y otras se dedicaban, para el consumo de ganado o lavar ropa.
En aquella época, se realizaban en el pueblo, varias actividades laborales, hoy desaparecidas, entre ellas, AMASAR el pan en la casas y luego cocerlos en los horno, lavar la ropa sucia a mano, en el
Rió, las fuentes, o en corrales con pozos indistintamente, ello dio motivo a la creación por parte de las mujeres, del siguiente PROVERBIO; (el día que MASO, que día paso; el día que voy a LAVAR, no te quiero ni contar), y que casi seguro la servía de excusa a mas de una para esa noche, evitar actos sexuales con su pareja.
Otra actividad perdida, era el ASPAR el lino, que hacía algunos hombres para acondicionárselo a las mujeres encargadas de pasarlos por el HUSO, y LA RUECA, para torcerlo, formar el hilo, devanarlo, para luego pasarlo a los telares del pueblo, donde se fabricaba una tela, de la que se hacían unos costales excelentes, para embasar el grano.
De todas formas, eran actividades pesadas y mejor guardarlas en el recuerdo tal y como están.
Todo lo expuesto anteriormente, fue real como la vida misma; los personajes que va a ver en la obra existieron; los nombres en su mayoría, son ficticios y las situaciones, son inventadas por el autor, aunque bien pudieran haber sucedido. De ello pueden dar fé, todas las personas mayores, que les toco vivir aquellos años, que no vuelvas jamás, en beneficio de todos.
Ahora relájense, y dispóngase a presenciar esta obra en (2) DOS ACTOS, que seguro, será del agrado de todos ustedes.
AUTORIZADA PARA TODOS E INCLUSO PARA MAYORES DE SESENTA Y CINCO. (Carrozas) y ACOLITOS.
PRMER ACTO.-
SE ABRE EL TELON.-
Al fondo la Fuente del Labrador. Sobre la pared, una mesa pequeña donde se solía guardar el pan, las cucharas, tenedores, cuchillos y algún trapo, etc. etc., en las casas
Varias mujeres: ataviadas con ropa de la época, pañuelo color negro liado a la cabeza, camisa de mangas largas, saya color negro, mandil a cuadro y alpargatas, con un cántaro vacío a la cabeza sobre una ruilla y otro al cuadril, con una caldereta de cinc en una mano.
Destacan. RAFAELA y FRANCISCA
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RAFAELA. ¿Mira que tarda tío Mariano?.
FRANCISCA. Jesús, con lo que yo tengo que hacer en casa, el hombre cada vez está más cojo y le cuesta mucho ir de prisa; se acerca al brocal y comenta. Esta fuente del Labrador cada día tiene más agua debe tener un buen manantío.
RAFAELA: A mí, me gusta más la de la fuente de Salamanca, la encuentro mas fina.
Aparece en escena tío Mariano renqueante, en mangas de camisa, con el chaleco sobre el hombro, bajo el brazo una carpeta y en la mano una silla baja.
RAFAELA Y FRANCISCA. Las dos a la vez en forma de saludo. Cada vez viene usted mas tarde tío Mariano
Tío MARIANO: Siempre vengo a la misma hora, vosotros soy las que madrugáis más para darle a la lengua.
Las dos. Jesús, este hombre cada día se está volviendo más gruñón.
RAFAELA. Con el trabajo que tengo que hacer en mi casa, que tengo que aviar y todavía no he echado de comer a las gallinas y a los guarros, y ya se escucha a tío JOSE, tocando el CARACOL, para que los saquemos.
FRANCISCA: A mi me pasa lo mismo y ya sabes, si pasa el Porquero nos toca venir a la Laguna Vieja a traérselos o se queda en la cuadra; que ya hace un rato que se oye en Caracol, llamándolos.
Tío MARIANO, coloca la silla, pone encima de la mesa la carpeta, y con parsimonia se dirige a la fuente, simulando abrir el candado de la cancela o cierre de la misma, a la vez que advierte. (No me traigáis calderetas viejas o sucias).
En ese momento pasan Manolo y José: ambos vestidos de la época; llevan sobre el hombro las cabezadas de las bestias (saludan), buenos días, como madruga el personal. Las mujeres contestan, buenas cosas le estáis diciendo a tío Mariano, mañana vendrá mas tarde.
Tío MARIANO: Que vais a por las bestias al rastrojo.
JOSE. Si vamos haber donde las encontramos, y si podemos venir pronto, que hoy hace un buen día de trilla, a la vez que continúan ambos la marcha, comentando.
MANOLO. Yo las mías las dejé ayer por la Caña La pila.
J0SE. Yo las dejé mas cerca, en el Arroyo Caballo, al lado del Cancho del Almuerzo, espero que no se haya venido a la Era solas y me hayan hecho alguna LARDINA esta noche. Ambos salen de escena.
Han ido llegando otras mujeres. Todas vestidas de la época, cargadas con sus respectivos cántaros.
ENCARNACIÓN. JOSEFA Y CATALINA. Todas pasan por la mesa, donde se encuentra tío Mariano, que con el lápiz, va tachando, el nombre de la familia a la que pertenecen y figuran en el cuadrante o listado facilitado por el Ayuntamiento; dirigiéndose a continuación a la fuente para simular llenar los cantaros
CATALINA. Que airón ha hecho esta noche, creí que se llevaría el tejado de mi casa, mi hombre me ha dicho que el no lo ha sentido, que gracia y que bien duerme a pata suelta; me decía que era una nube de verano o un remolino, que de día no hacía aire para limpiar el trigo.
JOSEFA. Es verdad, yo si me ha despertado, eso que en mi habitación, se escucha poco ruido, mi marido tampoco creo que haya escuchado nada, por que está mas sordo que una tapia, eso que no se que tipo de sordera tiene, por que hay veces que oye, hasta la hierva nacer, cundo le interesa.
ENCARNACION. Yo tan bien he escuchado el aire, pero si SOS cuento lo que me pasó anoche con mi marido.
Todas a la vez, cuenta.., cuenta…. Cuenta……..
Vosotros creéis que anoche, mi marido, como cada día desde que está limpiando el trigo, después de cenar se despide y se va a dormir a la era. SI. SI….. Cuando mas dormida me encontraba, jundeá en el medio de la cama, se presenta el señor en la habitación con ganas de GIRINGOCIOS, ya sabéis, a oscuras sin encender el candil, se subió a la cama, dándome un pisotón aquí en la nalga izquierda, que me hizo dar un grito, por el dolor que sentí y el susto, que desperté a mis niños y creo que hasta los vecinos.
Todas ríen; a la vez que una comenta, ¿C0M0 IRIA EL TIO?
ENCARNACION: Me puse tan enfadá y nerviosa que no acertaba a encontrar las cerillas para encender el candil y callar a mis niños, por lo que no le hice ni puñetero caso, teniendo que regresar a la era como había llegado. Esta mañana cuando ha regresado, no me ha dicho ni mú.
JOSEFA. No te ha dicho si se acostó con las mulas. TODAS RIEN. JA. JA. JA......
Al retirarse de escena, RAFAELA Y FRANCISCA, cargadas con los cántaros, se para a escasos metros de la fuente.
FRANCISCA. Ay primita, sabes que ROSARIO la parienta de mi marido, se ha separado del novio JACINTO. Por Dios no digas a nadie que yo te lo he dicho, que mi marido me mata, si se entera.
RAFELA: No me digas, con lo acarameladitos que se los veía; sabes por que ha sido.
FRANCISCA. No digas nada Por Dios, creo que por el vecino de ella LUIS, he sentido que la madre de ella y las familias, los están arreglando, pobre muchacho, tan guapo y tan buen mozo, ese ya no la vuelve a tocar.
RAFAELA. Que lastima, lo que hace el dinero, Jacinto es un simple obrero trabajador, mientras el otro tiene tierras y vacas. Lo que es la vida.
Ambas salen de escena.
Entra en escena tío Sebastián, vestido de la época, con camisa blanca a cuadros y pañuelo blanco, atado al cuello, con un sombrero de paja cubriéndose la cabeza, y un vierno en la mano y el barril para el agua colgado del hombro.
SEBASTIA. Saluda (buenos días Mariano).
MARIANO. Hola Sebastián, ya vas para LA ERA, hoy vas a tener mal día para limpiar, por que no hace ni una puñetera brizna de aire. Que calor, cada día aprieta más
SEBASTIAN. Va, llevo el vierno para cuando entre el dichoso viento; lo que pasa que le tenía para que me pusiera los dientes nuevos, Manuel, el” renegao", ahí en la carpintería, mostrando los dientes del mismo. Bueno espero que mi sobrina Rosa me llene el barril y salgo pitando.
ROSA. Sale del grupo de mujeres, dirigiéndose a éste, le pide tío, dame el barril, llevándosele a pie de fuente, donde empieza a llenárselo.
SEBASTIAN. Jocosamente, dirigiéndose a Mariano (Que bien te lo pasas con tantas mujeres a tu alrededor granuja).
MARIANO: Rápidamente contesta (llévatelas todas), me tienen la cabeza loca con sus gritos, quejas y chismes, no se que quieren estas mujeres. A propósito este año no te quejaras con la cosecha, que siempre os estáis quejando, rogando a la Virgen de los Remedios.
SEBASTIAN. Si si..,ya verás lo que me queda a mi, cuando lleve el grano al Servicio Nacional del Trigo. Bueno es tío LAGARTIJO, vete a saber que cuota me habrá puesto este año.
MARIANO: Tu guarda algo en el pajar o llévalo a mi casa, que yo te lo guardaré.
SEBASTIAN: Eso me hace falta, que me haga una inspección la FISCALIA y me la cargue por espabilao.
ROSA: Tome usted tío el barril.
SEBASTIAN: Coge el barril y sale de escena con un (adiós Mariano, y no te canses); y ya sabes, te espero para tomar las ONCE en Ca Morralero.
Del grupo sale MARIA; esta se acerca al extremo del escenario amenazante, con la mano en alto GRITA. Joselín sal de la Laguna, hay muchacho cuando llegue a casa, como te voy a poner el culo, será ladrón, que lo último que el he dicho esta mañana, ha sido,(no te metas en la laguna), este crío no se que voy hacer con él(que ganas tengo de que llegue la escuela).
MARIANO. Déjale mujer, si todos lo niños hace lo mismo, en cuanto ven el agua ya esta dentro; cuando sea mayor, ya no se meterá.
MARIA. Pues yo no quiero que entre a la laguna, y sino que se lo pregunte a Narciso el de Clodo, que hace dos día entró en ella y pisó una sartén vieja que había en el fondo, dándose buen corte en la planta del pié. Luego Don Ignacio el Médico, le tubo que dar tres puntos, Yo vi a Patricia, su madre, que estaba desesperada, y no quiero que a este mío le pase lo mismo.
Pasado unos momentos, las mujeres, se alborotan. Tu as tenido la culpa que has liado la soga con mi caldereta. No la culpa es solo tuya que traes una soga vieja, llena de empalmes y por eso se ha roto.
MARIANO. Vaya por Dios, ya la hemos liado, alguna ha caído la caldereta al fondo, y luego tendrá que venir con una escarpia si quiere recuperarla. Ahora la llenarán los cántaros entre todas y aquí no ha pasado nada.
Entran en escena, Jacinto y su nieto Andresín, el primero, una persona mayor, vestido de la época, lleva un costal vacío al hombro y en la mano, la criba de cribar el trigo. El nieto va descalzo y sobre la frente una venda, simulando una herida reciente, por la que al parecer sigue sangrando.
JACINTO. Hola Mariano, que buena vida de pegas ahí en la sombra de la pared, rodeado de mujeres.
MARIANO. Coño, todos decís lo mismo, pues la tuya no debe de ser tan mala, mira que a la hora que vas a la era tú, no se que aras allí, como no sea trillar, que es para lo que puedes valer ya, además de montar en el trillo, a ese PERILLAN, que llevas contigo apuntando al nieto.
ANDRESIN. Mi ágüelo sabe más trillar que usted, que no sabe nada.
MARIANO. Será puñetero el crío como contesta. Además me han dicho que el otro día dejaste sin gallo a las gallinas de tu abuela, creo que eres un jacha, tirando piedras a los animales, y ya me dirás como te has hecho esa pitaera en la cabeza
ANDRESIN. Usted lo sabe todo, pero estaba muy rico cuando no lo comimos el gallo con arroz, en casa de mi abuelo: la pitaera me la hice, por que me empujaron unos niños mayores, del carro de mi tío, y me caí al suelo
JACINTO. No te metas con el crío que luego ya ves lo que pasa, te contesta mal. Bueno espero que termines bien la jornada,
Ambos con pasos, parsimonioso, desaparecen de escena.
En el exterior, se escucha un golpe como cuando se rompe algo.
Todas la mujeres, se agrupa a un extremo del escenario.
MARIA: ha sido Rosa que ha roto el cántaro de la cabeza, por culpa de los guarros de tío Serafín que como siempre andan sueltos y la ha atropellado,
MARIANO. Ganancias para Sebastián el Tinajero.
Las mujeres se van retirando, solo queda en escena FRANCISCA que ha vuelto por segunda vez a por agua.
Regresan JACINT0, SEBASTIAN Y ANDRESIN de La Era, venga Mariano que vamos a dejar los chismes y este mocoso en casa y nos vemos hacer las 0NCE, saliendo de escena.
MARIANO. Vale, ir para allá que yo recogeré pronto, si no se presenta alguna u otra rezagada como esta, que cada día eres la primera y la ultima, refiriéndose a Francisca presente.
FRANCISCA. Usted siempre tan gruñón, (no se da cuenta que en mi casa somos (9) NUEVE de familia), y el agua que se gasta, no le quiero contar, solo en lavarse `por la mañana y los cuencos de gazpacho que comemos, necesitamos todo el agua de la ración y algún viaje que trae mi marido del Corchito. Esta termina de llenar los cantaros y sale de escena, quedando solo a tío Mariano.
´
MARIANO. Se levanta de la silla, se dirige a la fuente, simulando echar el candado. DIRIGUIENDOSE al público, espero que no venga otra rezagada por ahí, y me haga volver abrir, que ya me ha pasado alguna otra vez.
Y yo, de lo que estoy es deseando, de llegar en ca tía Frutosa, Josefa la Juda y en ca Morralero, a tomarme mis botellínes de vino, charlando con los parroquiano y olvidarme hasta mañana de este agobio de mujeres. Que lastima de tormenta que cayera, que no dejara de llover, hasta que la Laguna tapara la fuente.
En ese momento se escucha un fuete TRUENO, y se pone a llover; tío Mariano se lamenta. COÑO, me debería haber traído un paraguas, desapareciendo de escena.
FIN DEL PRIMER ACTO.
SE BAJA EL TELON.-
Todos los que han intervenido, salen escena a saludar y recibir aplausos.
SEGUNDO ACTO.-
AL FONDO: LA FUENTE DE LA PEÑA.
Se abre el telón, del exterior, se escucha una voz en Of. Que dice SOOO…, ya hemos llegado, este burro, cada día es mas lento.
Aparece Juan cargado con un pilancón lleno de ropa sucia, le sigue su mujer Antonia con una caldereta de cinc y la tahuela en las manos.
ANTONIA. Se acerca a la fuente, mira en su interior. Ves como es mejor madrugar, ahora LA PEÑA, está llena y sola para mí, que gloria.
JUAN. No te dará miedo quedarte sola aquí tan temprano.
ANTONIA: Que va, no ves la cantidad de hombres que se ven en los tejares, ellos ya se están moviendo con su faena.
Anda vete ya y echa el puchero, y ten cuidado que no se te peguen los garbanzos, que tu eres muy despistao, cuida a los niños, ten cuidado con Alfonsín, que se va a buscar nidos por la cercas del pueblo y a bañarse a las POZANCA DE TIO ARTURO, y es no viene más hasta que no le dé hambre; algún día nos dará un disgusto, a Jacinta y Pedro les dejas con mi hermana Dolores, esos ya jugaran por la calle.
JUAN. Vale mujer que siempre está con lo mismo; bueno, me voy que este burro no se está quieto y voy a tener que agarrarlo ya en el pueblo, la da un golpe en el trasero a la mujer y desaparece de escena.
ANTONIA. No vengas tarde, que luego hace mucho calor, a la vez que se entrega en simular llenar el pilancón de agua y se dispone a lavar.
Aparecen en escena JOSEFA Y RAFAELA. Todas van vestidas al estilo de la época, con sobrero y pañuelo oscuro a la cabeza, tapando gran parte de la cara. Las dos saluda (hola Antonia), como as madrugado, nosotras creíamos que éramos las primera. Ambas cargadas con sendos pilancones llenos de ropa y encima la tahuela y en la mano sendos cubos de hojalata.
ANTONIA. Ya os podéis colocar en cualquier sitio, que ahora cogemos bien
Las aludidas se instalan y comienzan a lavar.
RAFAELA. La semana pasada, me llevó mi hombre al Río Tozo en Carmonilla, al charco del Cancho de la Virgen, éramos muchas, pero que gloria de agua, lo bien que luce el jabón y lo bien que se tiende en los juncos, allí la ropa se seca rápido.
Lo peor fue, que, cuando me di cuenta, las chicharra, se habían roído un trozo del cuello de la camisa nueva de mi Joselito; así que cuando llegué a casa, tuve que voltearla el cuello para que no se le notase el día de la Fiesta..
JOSEFA. Que suerte tienes, a mi, mi hombre no me lleva a ningún sitio a lavar, dice que no tiene tiempo, no se que hace en Pizarroso, a donde va todos los días, a ESTOÑAR, yo no sé, si es que allí, nunca se terminan las matas. Y mira que estaré tonta, pues no me he quedado encima de la repisa de la chimenea en la Cocina, una PASTLLA de jabón el Lagarto, que compre ayer en ca tío CIRIACO, menos Mal que tengo un trozo que ya había metido entre la ropa, TODAS. Note preocupes mujer a nosotras no sobrará jabón.
ANTONIA.-, Girándose, esta siempre hace lo mismo con el jabón. (Menudo Morro tiene).
JOSEFA.- Bueno, ayer me digo que cuando pasen las fiestas, me llevará al Río Almonte, por que tiene que llevar el LINO de este año. Allí si es verdad que me lleva todos los años, a la Carrera por el camino de Deleitosa; y también se está muy bien por que el agua siempre está corriendo y pone el lavadero debajo a la sombra de los Sauces. Nos llevamos a los crios que se lo pasan muy bien jugando en el agua, pescando ranas y peces pequeños con las mano, lo que me ha dicho, es que este año, la cosecha de lino, no ha ido muy bien.
Entra en escena MANUELA. Llega cargada como las otras con el pilancón y la tajuela, vestida igualmente de la época.
MAMUELA. Buenos días, las tres se levantan y acude ayudarla a descargarse. Vosotras madrugáis más que yo, bueno la verdad que antes de salir, ya me he dado una buena mano, dejando la casa aviada y los garbanzos echados.
JOASEFA. Manuela, pero ya has terminado la CUARENTENA, y como vienes tan pronto a lavar aquí a lo lejos.
MANUELA. La Cumplí ayer, pero ya hace muchos días que estoy en zanco, con (5) CINCO crios en casa, y yo sola, haber quien me hace mi trabajo. Lo siento por mi pequeñita que esta mañana, se la he quedado a mi madre, esta como un Sol, gordita y guapa, como para comérsela, es una santa, me aguanta las tres horas sin mamar, esta mañana cuando la he dado la teta, se ha quedado dormidita, como un “cachorrita”.los otros cuatro en la calle juntando se han quedado, le he dicho al mayor que no se vaya lejos, y que si tiene hambre que vayan en ca mi madre a por un trozo de pan
ANTONIA, JOSEFAY RAFAELA. Las (3) TRES. Que nombre la habéis puesto a la niña.
MANUELA. La hemos puesto el nombre de mis suegra Mª. PAZ, como mi suegra, a mi me justa el nombre y a mi marido también, mi suegra dice que será Maria Guerra, lo dice por fuera, pero por dentro, seguro que la ha gustado, estamos todos contentos como un pascuas, los mayores, no me la dejan quieta un momento.
ANTONIA: Se levanta ¿Quien me ayuda a torces estas sábanas.
JOSEFA. Yo te ayudo, mientras tuercen las sábanas.
JOSEFA.- Yo sabes lo que haré este Jueves ante de la fiesta, voy a ir a Trujillo, tengo que cómprame un vestido para la fiesta en casa de Luis Mendez, que me ha dicho mi hermana FLORES, que los hay muy bonitos y bien de preció, y además compraré algún pingo para los niños, con el dinero que guardo de la Pela.
ANTONIA, Yo me estoy haciendo el vestido en ca “BLANCA”. La del Corneta. Tu no sabes la cantidad de mujeres que nos encontramos allí cosiendo, este año se llevan los cuellos altos y anchos con regular escote, a mi me queda muy bien el mío, que me lo probé ayer. Cuando han terminado de hablar y torcer la Sábana.
ANTONIA. Coge un montón de ropa y sale de escena a tenderla.
Mientras las otras siguen lavando. Entra en escena ROSA, embarazada de (6) SEIS meses, trae el pilancón con la tajuela a la cabeza y un cobo de hojalata en la mano. La acompañan sus hijos de 8 y 10 año, Ramoncín y Juanito, los dos descalzos, este último Con el brazo derecho en cabestrillo, con un pañuelo, por que lleva el codo vendado. Todas se levantan diligentes y la ayudan a descargarse. La colocan el pilancón y lavandero, comenzando a lavar.
RAFAELA: Pero como bienes en tu estado hasta aquí a la lavar mujer, no te puede llevar el agua a casa tu marido, y hacerlo allí.
ROSA. Que va si el pobre está que no puede de trabajo, no ves que está trabajando con los albañiles, y esos no paran ni el día del Señor. Menos mal que el lunes me llevó Trujillo en la Rubia a comprarme unos zapatos en la calle de los Arcos en ca El Madroñero; que buen surtido de zapatos tiene, me compré unos marrones muy bonitos, con poco tacón, debido a mi estado; mi marido se compró unos Borceguíes para estrenarlos esta sementera.
RAFAELA: Que le pasa en el codo a Juanito.
JUANITO. Que corriendo detrás de los Guarros de la Piara, me subí en uno grande, me cayo y me ha eschangao el codo.
ROSA: Estos crios mío, siempre tienen o les pasa algo.
Los niños se despiden diciendo, Madre nos vamos a jugar con otros niños al tejar.
ROSA. Contesta, bueno no tardéis mucho que nos vamos a ir enseguida, ambos desaparecen de escena.
ANTONIA. Regresa, que bien se tiende la ropa en estos canchos y que limpitos están
MANUELA. Menos mal, por que con lo REPULINDINGA que tu eres. Vaya una mujer exigente, a todas no gustan los canchos limpios.
ANTONIA. Ya lo sé mujer, pero que el último día que vine, me llevé la ropa para secarla en la pared de la cerca de tío Castejao, y cuando fui a recogerla por la tarde, olía a humo de los tejares y me llevé un buen disgusto, luego antes de plancharla para recogerla, la tuve que airear bien colgada a la puerta de mi casa.
RAFAELA.-Ya escuchaistis ayer lo que dijo en el pregón tío PEDRO, el Alguacil. Hay que faldegar todas las fachadas por donde va a pasar la procesión de la Virgen este año; para que el pueblo esté bonito, durante las Fiesta.
Todas contestan un SI, afirmativo
ANTONIA Y ROSA, se dedican a torcer las sabanas de la segunda. Están contentas, se las escucha cantar “La Petenera”.
ROSA. Ya sabéis, que este año, viene a torear en las fiesta, el torero ANGELETE, dicen que es amigo de uno del pueblo, que le ha convencido para que venga a torear el becerro que guardaron de este años pasado.
Todas contestan, que bien, aunque con un toro ya toreao en la plaza, no hará muy buena faena, según los entendidos.
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ROSA. Insiste, creo que traerán la vaca TUERTA de Vallespedro, con la Cárdena de tío COLICHE y algunas moruchas de la junta; al otro día traen las retintas de tío PIRE, de Carmonillas, esa si que hacen fiesta, son muy bravas.
ANTONIA. Yo me he enterado que este año, viene para la procesión, D. NICOMEDES, el Cura de la Aldea, seguro para decir el SERMON, a mi me gusta mucho como habla.
Todas a la vez, pues D. VICTORIANO, también lo explica muy bien, ese lo que viene por que son muy amigos, y seguro que se lo pasarán bien.
JOSEFA. Yo ya he visto algunos carros cerca de la Plaza Nueva; pronto empezaran a cerrarla, como cada año. Estas fiesta toca en el Baile de Arriba de tía PLACICA, JOSE el Trompeta de Trujillo, a mi me gusta mucho como toca. Al Baile de abajo de tia Laura, como siempre, tocaran ESTEBAN, DIEGO el de La Aldea y Sacristán de chambita. Que bueno son tocando y que bien se pasa.
Ya era hora de dejáramos de escuchar a PEREZ el barbero, a TEN, y a SOTINGA.
Todas asisten.
MANUELA: Sabéis la ultima noticia que corre por el pueblo. ISABEL la de tu comadre, se encuentra embarazada de tres meses. Todas la miran incrédulas.
RAFAELA. Mira la Isabel, con lo modosita que se le ve.
ANTONIA. Pero si es una niña.
MANUELA. No tanto, ya tiene 20 años.
ANTONIA. Pero si el novio, Pablo, no ha entrado en quinta todavía.
MANUELA. Como no me habrá dicho nada, mi comadre; hay Señor, que disgusto tendrá, y la niña, la pobre, ya se le acabó la juventud.
ROSA. Esas cosas, suelen ocurrir hasta en las mejores familias, esperan a comunicarlo cuando ya no se puede esconder la barriguita; con el tiempo, todos se alegraran al lado del retoño que venga.
RAFAELA, MANUELA, Y JOSEFA, salen de escena a tender ropa.
ANTONIA. Que tonta estoy, tenía que haber dicho a mi marido, se acercara, al horno de Tío Cotorro a pedir hora a tía Ramona para MASAR el pan, o al de Los Leche Burra, antes de la fiesta: que ahora todos los hornos están muy solicitado, sobre todo por los dulce.
ROSA. Ya te cogerán mujer, y si no te vas al de tío Marcos, o el de tío Pedro Margara y Tía Matilde, que dicen, siempre sacan muy buen Pan.
Regresa MANUELA de tender la ropa corriendo y gritando. Las Vacas. Las Vacas. Cayendo en el medio del escenario sobre la ropa que trae seca.
Detrás entran riéndose, RAFAELA Y JOSEFA.
Mientras todas la ayudan a levantarse.
JOSEFA. Pero esta Mujer, no ves que son las vacas del pueblo.
RAFAELA. Grita Constante… Constante…. Llévate esas vacas de aquí, no ves que nos van a pisar la ropa recién lavada.
ROSA. Ya se las lleva.
MANUELA: Si vosotros reíros, pero yo me he llevado un buen susto, al ver aquella blanca encima de mí, no lo puedo remediar, me dan mucho miedo las vacas.
JOSEFA. Pero si es la suiza de tu vecina María.
RAFAELA.- Hay que ver cuanto trabajito me da mi marido, cuando le lavo los pantalones, no se como se lo hace, pero mirar que potra se le acumula en la bragueta; con la CHORRA que tiene tan cojonuda; se ve que no se la sacude bien al mear y siempre mancha la trampera
JOSEFA.- No me digas que tenemos otro PELELONA en el pueblo.
RAFAELA. Yo no se como la tiene el tal PELELONA, pero estoy segura, que mi marido no tiene que envidiarle en nada, que te lo digo yo.
JOSEFA. Pues el mío, la tiene chiquita y JUGETONA, y sobre todo apunta alto y no se moja la trampera de momento, no se que pasará cuando llegue a viejo
ROSA. Por que no cambiáis de tema. Que ordinarias soy.
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RAFAELA Y JOSEFA. Mira esta, como ahora estás bien satisfecha, no te interesa esta conversación.
MANUELA. Hay que vergüenza pasé, os voy a contar lo queme pasó hace tiempo. Estaba soltera, y ya empezaba a tener relaciones de novios con mi marido, vine una mañana a lavar aquí a la Peña, cuando se presentó a lavar también la que hoy es mi suegra. La mujer se esforzaba por quedar bien con migo, yo me entraba unos calore y pase mucha vergüenza. Sobre todo cuando al final me dio unos Pantalones del que hoy es mi marido para que los terminara de lavar, creo que era los de tirar el abono, viejos y muy sucios. El resultado es que no se como quedaron, por que creo que mientras as los frotaba, mas sucios los veía.
TODAS Comienzan a cantar en sentido de MOFA.
Una moza lavando
Unas calzonas,
Le decía a su amiga,
Con mucha sorna.
¿Quien cogiera
La po…otra que
Aquí RETOZA?.
TODAS RIEN
ANTONIA. Ya viene mi marido, le conozco por el burro, señalando un supuesto camino, a la vez que se levanta y comienza a recoger sus cosas.
Entra en escena JUAN. Buenos días, bien justo os tiene que haber ido el agua para lavar todas.
ANTONIA. Hemos tenido que arrebañar en algún momento, pero nos ha sobrado agua; a la vez que se dirige a Rosa. Espabila que te esperamos y te llevaremos el pilancón y los cacharros. Llama a los niños .
ROSA. Grita llamando a sus hijos Ramoncin…….Juanito……que nos vamos.
Ramoncín. Madre tengo mucha hambre, dame un trozo de pana.
ROSA. Ya te lo daré en casa, que eres un jodio tragón, este crío mío siempre estaría comiendo.
Mientras tanto. JUAN, ha ido sacando del escenario los pilancones, tahuelas y lavanderos. Cuando ha terminado se despiden las compañeras con un (hasta otro día), si queréis algo para vuestras familias estáis a tiempo.
TODAS. Responden con un Adiós, no tardaremos mucho en marcar nosotras.
ACTO SEGUIDO. Las tres, RAFAELA, JOSEFA Y MANUELA. Se levantan decididas colocándose en el medio del escenario. Dirigiéndose al público, mientras se quitan el ropaje de sus antepasados, quedándose en ropa de calle normal. Gritando. Saben ustedes. En venganza de nuestras madres y abuelas. Que lave BALAY, ZANUSSI, FAGOR, LIG, INDESIT, O LA LAVADORA QUE CADA UNA TENEMOS EN NUESTRA CASA.
QUE.- Nosotras nos vamos a poner el biquini, a encontrarnos con nuestros CACHULIN, a “JUNDEARNOS”, “en el verde del césped, de la PISCINA MUNICIPAL”, donde nos tomaremos unos CALIMOCHOS bien fresquitos, que es la mejor forma de pasar estos calores. Rogando de USTEDES ese fuerte aplauso, que se están conteniendo.
FIN.
SE BAJA EL TELON.
EL AUTOR:
Fd. Narciso Fernández Vadillo.
